Vasos Sanguíneos Periféricos
Valorar el riesgo sanguíneo periférico de una extremidad implica examinar no solo las arterias y venas regionales, sino también el estado de los tejidos que riegan o drenan estos vasos.
Venas Varicosas: son
venas hinchadas, retorcidas y algunas veces dolorosas que se han llenado con
una acumulación anormal de sangre.
El diagnostico de esta a veces resulta evidente por simple inspección. Otras pueden sospecharse por el aumento de pigmento en la piel con edema y venas dilatadas a nivel de la cara interna del tobillo.
El sistema de la safena interna está afectado con toda seguridad si hay venas dilatadas en el muslo.
El diagnostico de esta a veces resulta evidente por simple inspección. Otras pueden sospecharse por el aumento de pigmento en la piel con edema y venas dilatadas a nivel de la cara interna del tobillo.
El sistema de la safena interna está afectado con toda seguridad si hay venas dilatadas en el muslo.
Un tronco venoso grueso que se
origine en el espacio poplíteo indica participación del sistema de la safena
externa.
Síndrome Posflebítico: La insuficiencia de las venas profundas de la pierna, secundaria a una tromboflebitis crónica, en casos avanzados produce cambios muy característicos. La ulceración es frecuente, hay edema duro de la pierna, más intenso a nivel del tobillo.
Tromboflebitis Superficial: La tromboflebitis puede producirse en una vena superficial a cualquier nivel del brazo o pierna, aunque es más frecuente en las piernas. Se manifiesta por dolor, enrojecimiento e induración en el segmento afectado de vena, y en la piel y tejido subcutáneo vecino.
La tromboflebitis en una vena
superficial que ya era varicosa se acompaña de menor inflamación. Tiene
asimismo, menor tendencia a evolucionar con tromboflebitis profunda. La vena
trombosada se observa con un cordón sólido, con una
pequeña zona de enrojecimiento e induración a su alrededor.
Son raras las embolias a
consecuencia de una tromboflebitis superficial, a menos que el proceso se
propague a lo largo del extremo superior de la safena interna.
No hay que dejar pasar
inadvertida una tromboflebitis profunda asociada con un proceso trombótico
superficial.
Flebitis Migratoria: Se trata de una forma
recurrente de tromboflebitis que puede observarse en las venas superficiales de
cualquier extremidad.
Flebosclerosis: Resultado final de pequeñas zonas de
trombosis. Se observa sobre todo como
pequeños nódulos calcificados en una radiografía de la pelvis, y también puede
descubrirse en la pierna como pequeños nódulos duros a lo largo del trayecto de
una vena superficial.
Trombosis de la Vena Axilar: Hacer fuerza con el brazo puede producir trombosis aguda de la vena axilar. Hay hinchazón intensa del brazo y congestión venosa en la región del hombro.
Trombosis de la Vena Axilar: Hacer fuerza con el brazo puede producir trombosis aguda de la vena axilar. Hay hinchazón intensa del brazo y congestión venosa en la región del hombro.
Trastornos Arteriales
Arteriosclerosis Obliterante: Es la causa más frecuente de circulación periférica insuficiente. Si se descubre pronto, puede evitarse sus complicaciones mas graves, como la gangrena, o posponerse mediante un tratamiento cuidadoso y medidas adecuadas para mejorar la circulación colateral.
Signo de Trombosis Aguda: La gangrena o el empeoramiento brusco de los signos y síntomas de arteriosclerosis periféricas suele depender de una oclusión trombotica de un vaso importante. El grado de trastorno depende del nivel de la oclusión y de la calidad de la circulación colateral. Esto puede resultar tan manifiesto que se sospeche de embolia en las extremidad, o tan ligero que pase inadvertida la verdadera naturaleza del trastorno.
Signo de oclusión Embolica Aguda: A veces resulta imposible distinguir entre una
trombosis arterial aguda y una oclusión embolica. En caso de embolia el
comienzo del dolor agudísimo es instantáneo, mientras que en la trombosis quizá
tome varios minutos para llegar al máximo. Esta distinción es tan
fina que a veces no puede obtenerse en un paciente que tiene grandes
dolores y se halla amenazado de perder una extremidad.
Síndrome de Raynaud: Se puede producir por espasmo de las arteriolas digitales. Se caracteriza por isquemia local de los dedos en respuesta al frio y a trastornos psíquicos. La isquemia de la zona afectada se manifiesta por palidez o cianosis intensa con cambios que producen eritema compensador cuando el ataque cesa y las manos vuelven a calentarse.
El término “Enfermedad de
Raynaud” se aplica a la forma más grave y progresiva del síndrome de
Raynaud. Como consecuencia del espasmo intenso y repetido puede producirse
gangrena de las puntas de los dedos.
Escleroderma: Se trata de una
complicación del síndrome de Raynaud. La piel se vuelve dura, tensa, lustrosa y
pigmentada. Los capilares cutáneo ya o pueden observarse. Finalmente se produce
anquilosis por fijación fibrotica de la piel engrosada a los huesos y
articulaciones.
Eritromelalgia (Enfermedad de Weir Mitchell)
El paciente se queja de
intensos dolores quemantes en las palmas de las manos o de los pies.
Aneurisma de una Arteria Periférica
Un aneurisma de una arteria
periférica se manifiesta como tumor pulsátil situado en el trayecto de un vaso
importante.
Aneurisma Traumático o Falso
El falso aneurisma consecutivo
a un traumatismo se diferencia de la fístula arteriovenosa porque la pulsación
y el soplo son sistólicos en lugar de continuos.
Fístula Arteriovenosa
Es la comunicación directa
anormal entre una arteria y una vena puede ser congénita o
traumática. Los signos físicos localizados en la periferia son característicos
y diagnósticos. Hay un ruido continuo que aumenta en la sístole y un
estremecimiento palpable continuo doble la lesión. Una compresión que ocluya la
fístula retarda rápidamente el pulso (signo de Branham).
Trastorno de los Linfáticos
Linfangitis Aguda
Hay dolor en la extremidad
afectada y suele haber fiebre y malestar general.
La exploración descubre una
línea roja y fina o serie de líneas que se extienden hacia arriba en el brazo o
en la pierna. A menudo pueden sentirse como una hinchazón tubular ligeramente
elevada. Es posible que haya celulitis visible y edema alrededor del foco
original de infección, pero con frecuencia es difícil encontrar la puerta de
entrada.
Linfedema: Pueden identificarse diversos tipos de linfedema crónico:
Primario: linfedema congénito y precoz.
Linfedema secundario: causado
por obstrucción de los linfáticos normales.
Linfedema primario.
El linfedema congénito se
presenta al nacer y se acompaña a menudo de otros anomalías congénitas.
El linfedema precoz es la forma clásica de linfedema primario. El síndrome afecta
característicamente a niñas jóvenes o a mujeres en sus primeros años de la
segunda década.
Linfedema secundario.
Se encuentra en muchos estados
en los que hay bloqueo de los linfáticos normales. Ello ocurre después de
operaciones sobre los ganglios regionales, como en la mastectomía radical o en
la disección radical de la ingle.
El edema de origen linfático
no se acompaña de cianosis, crecimiento venoso, aumento de la pigmentación o
induración correosa. El edema suele ser consistente y no se deprime bien.
Pruebas
Prueba de Perthes
Es una prueba para explorar la
permeabilidad del sistema venoso profundo. Se coloca un torniquete a nivel del
tercio medio del muslo que comprime la circulación venosa superficial, se
invita al paciente a caminar y se observa el comportamiento de las venas
existentes por debajo del torniquete.
Si las varices se hacen prominentes y el sujeto nota molestias progresivas, ello indicará que hay una dificultad al retorno venoso profundo al excluirse el sistema superficial por el torniquete.
Si las varices no se hacen especialmente prominentes, la maniobra
indica una buena permeabilidad del sistema profundo.
Prueba de Schwartz
Se percute en una raíz visible
de la pantorrilla y se coloca la mano superior en el centro del rombo poplíteo.
Si el cayado de la safena externa es insuficiente, se percibe la oleada cada
vez que se percute con la misma intensidad que en el cayado de la safena
interna.
Prueba de Trendelenburg
Es una maniobra para la
evaluación de un sujeto varicoso. Se utiliza para valorar la insuficiencia
valvular de las perforantes y del cayado de la safena interna en su
desembocadura en la femoral.
La técnica consiste en colocar tras vaciar las venas superficiales (por elevación de las piernas con el paciente acostado) un compresor en la raíz del muslo para comprimir la safena interna por debajo del cayado. Después se indica al enfermo que se ponga de pie.
Si las varices se ponen de manifiesto rápidamente, lo harán por
rellenarse a través de comunicantes distintas del cayado de la safena interna y
se tratará de una insuficiencia de las perforantes con válvula del cayado
normal. Se dice que hay un Trendelenburg negativo.
Si las varices no se rellenan rápidamente, se quita el compresor y si en
este momento se observa un rápido relleno de las mismas por sangre que
desciende de arriba abajo a través del cayado, se trata de una insuficiencia a
nivel del cayado de la safena y será un signo de Trendelenburg positivo.